La siguiente entrada contiene conceptos netamente personales y no tiene porqué ser criticada destructivamente. Recomendamos la compañía de un explorador responsable.
Creo que en mi vida, la afición a la semántica no había tocado jamás tantos límites como lo está haciendo ahora. Esa afición por saber los significados netos y confiables de las palabras es como todo lo que siento yo en mi vida, una ansiedad. En fin… después de todo lo consulto siempre que quiero ganar algún argumento y no tener que discutir de la forma más absurda posible. El vocablo amigo contiene ocho significados y la que siempre aplico, nunca figura porque es una enchilada o mezcla de significados y sentimientos impresionante. Si la vida pidiera autorización para ser feliz, más de uno tendría que pasar una circular con tiempo de anticipación, implorando piedad frente a las desavenencias y vicisitudes que ésta trae.
¿Qué es la amistad? Pues bien, la amistad es una muestra incondicional de confianza a una persona a la cual le hemos tendido una mano con anterioridad. Una amistad primeramente debe estar dominada por el respeto y la cordialidad. Hay quienes han categorizado la amistad en íntima, mejor amistad, amistad corriente, amistad única… bueno, de mil formas. Sin embargo hay un tipo de amistad de otro nivel; la hermandad. La hermandad, puede que sea el nivel máximo al que una amistad sincera pueda acceder, puesto que allí, ya no hay barreras ni peleas que puedan doler. La mayoría de cosas entrar en una entropía en la cual se aprende a conocer a las otras personas tan mutuamente que no hay necesidad de explicación. A un amigo se le pregunta como está, a un hermano se le interroga por no expresar sus problemas. A un amigo se le pide silencio, el hermano, se manda a callar. El amigo se disculpa por cualquier error, el hermano enmienda el error y lo deja en el pasado. El amigo se basta con los monosílabos cuando se sabe que hay alguna dificultad, el hermano pregunta hasta que logra sacar la verdad de una u otra forma. Es una larga cuenta de diferencias en este caso… Quien tenga un amigo, tiene un tesoro, pero quien tiene un hermano, tiene el mundo.
Hay reglas obviamente, y creo que de todos modos y aunque la confianza sea fuerte, es necesario ser respetuoso con los círculos que nuestros amigos y hermanos tengan. No infiltrarse en amistades que puedan ser después una manzana de la discordia es importante en todos los casos. Los amigos llegan con el tiempo y no se fuerzan. Por eso, hay que respetar todo círculo social en el cual nuestros amigos, conocidos y hermanos se muevan.
Personalmente, los amigos son mi desahogo y mi apoyo en los momentos difíciles. Eso sí, muchas veces puede que haya problemas con su apariencia, pero por eso son amigos. Un amigo no es cualquier pelagatos con el que nos enfrentamos cada cuatro días o que nos acompaña a beber. Un amigo es quien está ahí siempre. Pero un hermano… el hermano te regaña mientras te quita de la cara las lágrimas que reflejan tu tristeza. Es a quien le duelen tus problemas y aplica siempre ‘compassio’ con todo problema que tengas. Qué por mayor que sea el problema no te deja solo, y si te llega a sentir solo, te dice que las cosas no son así y que en la vida se vive solo rodeado de muchos seres queridos, pero que en última es nuestra responsabilidad tomar la mejor de las decisiones.
A todos ellos, pues no queda más que recordar esas memorias y recuerdos maravillosos vividos y la esperanza de disfrutar aún más. De agradecer todos aquellos consejos y desahogos y siempre, toda la complejidad que lleva tratar con quien escribe y la sinceridad de la cual soy partícipe.
Ahora y más que nunca; Feliz vida.
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