¿Al fin y al cabo qué?
Esta canción de la agrupación venezolana 'Billo's Caracas Boys' se convirtió en un himno para quien escribe. Todo tiene una razón extensa que me cuesta explicar.
Desde que volví a Colombia, hace más de un año, convertí a esta canción en un epinicio familiar. Esta fue la forma en la cual comprendí por qué como humanos al escuchar x son, debemos llevarnos un trago de alcohol a través de la garganta y disfrutar del sentimiento que ésta nos puede traer.
Al fin y al cabo jamás fue adoptada por su letra, al fin y al cabo que no me interesa mucho lo que Billo Frómeta hubiera escrito, sino por el tono y el son que ésta representa para mí.
Puedo asegurar que se trata de un ritmo perfecto, que mueve lo más grande de mí y toda mi actitud en el baile lento de salón (On the Dance Floor). Puediera quedar como una de las más valiosas canciones de mi iTunes por su contenido sentimental y los recuerdos que siempre traerá a mi mente.
El porqué de mi amor a estas melodías no es más que el de una canción compartida. Una canción que está rota y que no pienso volver a bailar en lo que me queda de existencia en este planeta.
Lilia, como siempre la llamo, es una tía mía que me vio nacer. Desde el momento en el cual mi madre me trajo al mundo, ella estuvo en la sala de partos para realizar los trabajos correspondientes a la operación y tratar al neonato con el mayor de lo cuidados. Desde eso, un vínculo inmortal me une con esta mujer.
Son muchas las memorias que tengo con Lilia, entre ellas que, durante su trabajo en la Clínica Santa Sofía yo fui la mayoría del gasto de su sueldo, puesto que aún no tenía hijos y era una mujer soltera. Recuerdo que en muchas de las pláticas familiares ella vociferaba con orgullo
"Cuando yo iba donde Patty (mi mamá), le decía que me tuviera el niño listo para llevármelo a pasear". Y es que lo recuerdo perfectamente, más de una vez fui al Carousel del Centro Comercial Parque Caldas y a la piscina de pelotas, mientras me ponía a analizar cosas que no cabían en mi cabeza bajo las marquecinas rojas y café de ese entonces, con ese tono de 1995.
Recuerdo que cuando mi mamá alegaba, ella era la primera en salir a la defensa. Muchas personas admiran mis características en el baile de salón (on the dance floor), pues debo comunicarles a todos que la mujer que me enseñó desde los 6 años a bailar fue Lilia. Conocida por todos mis primos como la tía 'alcahueta' y quién siempre me llamó 'mi niño grande'.
Los años fueron pasando. La primera persona es hacer presión en Mayo y en Junio para los regalos de mis padres era Lilia. Únicamente ella me hacía salir bajo el pretexto de un paseo para comprar los pequeños detalles materiales que a mi corta edad podía pagar. Maravillosas memorias de diciembres en la casa de mi abuela, donde todos nos reuníamos a beber, a bailar y a festejar que completábamos juntos otro año de éxitos y progresos. Lilia se casó y tuvo dos hijos. Esos niños, en estos momentos tienen 14 y 8 años. Tanto amor expresó Lilia que hizo que su hijo mayor llevara mi primer nombre; Luis David. Ana María no sé de dónde salió.
Todos siempre fuimos los más unidos. Parecíamos un enlace inquebrantable. Hacíamos mercado juntos, viajábamos a Cali como un pandilla unida... en fin; qué no hicimos.
Recuerdo especialmente que el día Agosto 15 de 2008, ella fue la última en despedirme en la ciudad antes de que iniciara mi viaje en Estados Unidos como estudiante. Cuando finalmente tuve que decir -nos vamos-. Ella dijo: "¡No!, hagánle ustedes, yo no soy capaz" Y desde ese momento noté en sus ojos las lágrimas de la impotencia y del orgullo (del bueno) juntos.
Durante mi estadía en el exterior, fue la primera acosadora de MSN Messenger, siempre llegaba a contarme las últimas novedades y a decirme qué había en mi familia.
La fiesta de recibimiento no pudo ser mejor. Hubo de todo para no joder a nadie como dice ella. Me gradué y ella fue la más feliz. En el impulso del retiro espiritual de 11 ella escribió en tres hojas de papel amarillo:
"¡Hola Amore mío:
Primero que todo quiero agradecerte lo especial que eres conmigo... Amor, aquí trataré de contarte tu historia....
A mí me alegran mucho tus triunfos, sentí demasiado tu ausencia, con orgullo hablaba y hablo de ti en todas partes, pues ya eres para mis ''amigos''; famoso.
Yo sé que tu próxima partida me dolerá y tal vez mucho más, pero qué hacer si ese es el próximo tan anhelado sueño. Solamente hay que rogarle a Dios para que el tiempo que estés con nosotros sea inolvidable, para que el tiempo en el que no estés pase rapidísimo y para que llegues a esa meta que siempre ha sido la misma... MI PERIODISTA FAVORITO.
Gracias por querer a mis hijos, tenerlos en cuenta y ayudarlos pues sabes ellos cuanto te quieren. Amor, espero que acá entiendas un poco de cuanto es mi amor por ti, mi niño grande, siempre lo será, así tengas 100 años. Te adoro."
Lilia. (Ago 2009)
Siempre había dicho que en mi vida cada año mejoraba el anterior. Pero parece que nada va lograr desbancar el 2009 por mucho tiempo. Conocí un montón de personas sensacionales y encontré otro hermano del alma. Depósitos de confianza.
El día 28 de Mayo de 2010, a las 9:29 a.m., Lilia murió en una clínica, culpa de una peritonitis aguda, producto de una cirugía mal practicada y de la negligencia médica.
Recibí una llamada a las 11:19 am de ese día, mientras caminaba en la Universidad; sentí que la canción 'Uptown Girl' era reproducida por mi celular. Sentí escalofrío. Contesté con la misma gallardía a mi madre:
-Hola Pat...
-Hola Hijo... (Llorando) Se murió Lilia
-¿Quéééééééée´?
No supe qué hacer, Casi me desmayo, estaba caído en la confusión. Busqué a mi hermano del alma para contarle y buscar apoyo.
Creo que en mi vida jamás había tenido un golpe tan duro como el que siento desde ese día. Mi consejera está ahora con mi abuelo, quien también murió por peritonitis.
La falta que siento en este momento se puede sentir. En mi hogar no se ve el mismo ánimo que se veía antes. Un golpe de estos no se ve todos los días, pero sí se sufre a cada instante. Jamás había tenido tanto dolor en mi vida como cuando vi llegar a sus hijos a la sala de velación de manos de una prima y una tía. Mi mente se quebró, no pudo aguantar más.
Unos minutos más tarde me senté con la fortaleza más extraordinaria del mundo a hablar de la situación que venía. Notaba la cara de inocencia de Ana María y la preocupación de Luis David. Logré apaciguarlos y pegarles la frase que dice: "¿Para qué estamos aquí?; Para ser felices".
De un momento a otro noté que Ana cargaba en sus manos un oso de peluche blanco que en el centro tenía un corazón rojo que decía en su interior ''I Love You". Expreso yo:
-Ana; ¿Quién te dio ese oso?
-Mi mamá-- Respondió ella.
Millones de galones de agua salada lagrimosa se asomaron en mis ojos, pero que fueron parados por la auténtica fuerza de voluntad. No sé cóimo hice. No hubo un comentario en 10 segundos, pero un dolor intenso eso sí.
Anexo que Lilia en toda su existencia comentó que no debíamos llorar por su ausencia. Quiero que sepa que es muy duro... y que si en este momento mis ojos están rojos, es porque no tengo con quién joder vía web cam. Que desde que murió no la uso (excepto con Nate)... Que mi vida no es la misma...
Esta canción Al fin y Al cabo, la bailé desde Septiembre hasta el 1ro de Mayo, esa fue la última vez. El vínculo artístico que siempre nos unirá.
El resto vendrá por añadidura... y siempre sentiré que está conmigo.
"Nunca desistas en tus sueños y convicciones"
Gracias Lilia por todo...No hay más.
Feliz vida para todos.