
No fue sino un miércoles de Julio de 2010. Todo tuvo su desempeño corriente con breves excepciones, las que hacen la realidad falsa o el 'fake hologram'. Una rutina diaria se transformó para darle de nuevo la cara a lo que no quería darle. Mis primos Ana y Luis volvieron a la ciudad después de un paseo en la ciudad de Cali. Claro, están mal. Necesitan ayuda sicológica. No me imagino si a mí me tocara tal situación. Hay problemas con ellos pero entre todos podemos dar con la misión que mi tía nos dejó; aunque no es para nada fácil.
¿Por qué huyo? La respuesta no es más que la corbarde de decir que tengo los mismo problemas que ellos y que debo pintar de mi cuerpo con un matiz falso de fortaleza con la cual debo decirles que la vida continúa con o sin ella.
Abordé en la carrera 20 un colectivo, de esos estrechos, en los cuales la gente debe interactuar con el conductor para advertirle que está cerca su parada para que éste lo deje a uno como pasajero o 10 metros antes o una cuadra después. Es complicado. Recordé mis tiempos en la Universidad mientras oía esa emisora sin formato llamada la 'W'. Me llené de más pasión por mi vocación periodística al escuchar que el Jefe de Prensa de la Casa Blanca gana el quinto sueldo más alto del lugar. Fue suficiente para caer en el hondo y pegajoso mar de los sueños e ilusiones.
Llegué a la casa de Monto... esta vez él no estaba. Se sentía su ausencia y sus comentarios sarcásticos que en cuestión de segundos me dejaban completamente callado. Igual sé que él volverá en algún tiempo y podremos estar ambos LL y SS como en los pasados años de noveno grado en el fácil colegio. Jaime, su padre nos invitó a ver el partido que un pulpo nos apaciguó para perder sin ningún problema. Para meternos en la realidad sicológica de que cada equipo por el que voy en este mundial debe ser eliminado. Algo realmente lamentable. Seguimos en una extensa plática que se volvió larga y que me hacía dilatar un compromiso adquirido a la carrera y pensando en el presente. Claro, ¿cómo iba a decir que no? El mejor plan estaba 'going on' y no podía desperdiciarlo.
Hice mi llegada a la mejor terraza de la ciudad pero a ningún cubo. Quise mi cubo pero esta lluvia incesante parece no dar tregua. Ya me cansé. Quiero sol. Parece que a la matriz superior se le olvidó que sufro de complejo de clima y que los días grises me ponen bajo de ánimos. Es como revivir el feo y frío invierno de Minnesota. Bueno, fue una escena inusual, sin embargo, el mejor momento del día. No sé por qué amo hacer tanto esas conversaciones y disfrutar de la música que trae Julián cada vez. El tiempo pasó y la plática se prolongó. Vegeté como no lo hacía hace mucho tiempo conectándome entre una silla y una cama... como si fuera mi casa. Juan interactuaba como niño de aquí a allá. Algo realmente agradable. Probablemente no lo demuestro pero es el sello de un buen día. Sin embargo, me hizo falta alguien. Ese quien sabe quién es.
Caminé por la ruta desconocida que da al mismo sitio de siempre. Choqué dos puños y llegué a mi casa con un cansancio descomunal sin superar aún por qué un pulpo nos calló la boca a todos. ¿Qué dirá Walter Mercado, Janín, Javis, El Padre Chucho y hasta Jota Mario al ver que un pulpo mucho menor que ellos fue más acertado, no mintió y paró a medio mundo? Cosa que ellos jamás harán. Walter debiera donarle uno de esos anillos de 'traqueto' que se pone para dar el 'forecast de vida' en Univisión y empezar una fundación que diga... 'Le creo más al Pulpo que a Don Francisco'. Se les armó la gorda. Pensé en 3D y no dejo de divagar en periodismo. No lo dejo y jamás renunciaré porque es mi convicción.
(Pie de foto: Pulpo Paul en su predicción de la victoria Alemana frente al seleccionado Argentino por 4 goles a 0. Vapuleada la selección sureña. Una lástima)