¿Algo que no encuentra? Busque aquí en el blog on en la web

lunes, 26 de julio de 2010

Y la luna es de Pandequeso


Esta entrada no es más que un reflejo del realismo absurdo que vivo. Dos palabras que no acostumbran a estar juntas son ilustres visitantes de mi vida. Ahora bien, compartir con seres que no saben dónde están parados en una experiencia gratificante que me ayuda a seguir viendo con claridad mi realidad. Sé que tengo algo en claro, no es una crítica a la falta de peso en la vida, sino una editorial para saber qué es lo qué es necesario y elemental en la vida para no ser de aquéllos que urgen de aplicar paños de agua tibia a los problemas, huyendo completamente de todo como buenos cobardes. Me siento un poco extraño escribiendo esta diatriba, pero es mi modo soberano de ver las cosas que raramente trae la sociedad empaquetada.
Es claro que a diferencia de los pandequesistas, yo no gozo de una panadería, llena de roscones y de pedazos viejos de pan reciclados, porque no me siento aceptado allí. Yo debo disfrutar de una revueltería, sí esos lugares tétricos donde venden frutas y verduras, porque mi realidad es así, plagada de delicias pero también de objetos que uno no quiere ver ni en pintura y otros con los que toca romper el hielo maldito que llevan encima como el brócoli. En fin... manzanas, tediosas y malucas peras, kiwis siempre agradables, mangos diarréicos y muchos otros hacen parte de la revuelteria. Pero somos variados, no somos todo harina, no estamos blancos. Añado que en la revueltería no se venden naranjas por su alta popularidad y porque están en todas partes sin ninguna variación. Pero eso sí, la pandería está abierta todos los días, excepto domingos porque no hay nada ya que la producción se ve afectada por diferentes síntomas entre ellos que no son bienvenidos por ningún estómago humano. Las frutas y las verduras de mi revueltería siempre son las más apetecidas pese a que se les mire con desdén porque no cumplen la función de llenar tan vagamente como las lenguas y las galletas aquéllas de las que está llena esa panadería. Las frutas siempre son necesarias en todos los almuerzos balanceados, de personas que de verdad piensan en ellas y en el bienestar general y no lo digo por querer entrar al baño sino por otras cosas que en realidad mueven el círculo alrededor. Mi verdulería es original, su nombre es: "La Verdulería" y la panadería como buena popular se llama "Lo que todos digan" dando razón a su 'originalidad'. Estos dos negocios siempre está abiertos a todo público, inclusive para esos que se hastían de una vida blanca gracias a la torpeza de la harina y se mueven a romper el hielo como ya lo comenté con las frutas.
Amigo, si estás en blanco, por comer tanta harina, de comer tanta galleta y roscón, una manzana verde ácida no le haría mal. Ni tampoco una fruta en estado de ayunas para que logre sacar toda la basura que ingiere en la panaderia de los pandequesistas. Allá venden cosas deliciosas y lo reconozco, pero no me amaño. Y es que, ¿quién no ha visitado una panadería? Creo que nadie, ahora bien, es la solución de siempre. Prefiero un paster grande y bueno y rematar con la fresa porque siempre es la reina de la torta. Si su caso es el contrario y está cansado de una vida de sustancia, no se preocupe, vaya a la panadería, donde encontrará el mejor estereotipo falto de disciplina y decisión, de gente verraca que se atreve a decir que sí siempre sin importar lo que tenga que sacrificar por ellos porque lo necesario es 'pelar' la muela como dicen por ahí. Lo bueno es que su regreso es seguro a menos de que en realidad esté cansado de vivir con sentido y color y quiera darle otro color, más simple y cobarde por demás a su vida.
Sólo sépalo bien; La Luna no es de Pandequeso. No se deje engañar, ni tampoco lo vaya a ir a denunciar como un niño que pone quejas, pero sí, dese cuenta que no todo lo que brilla es oro, toda sonrisa es sincera, todo wall es signo de que le cae bien. De que no todo cumplido lleva franqueza y que más que eso se está llevando una impresión blanca y vacía, porque muchas personas ni siquiera han podido por ellas mismas ponerle color a su vida y se queman, como el pan mal preparado con aquéllos que sólo tratan de influenciar con modas absurdas a todos sus súbditos en la panadería, quienes intentan promover en la panadería su forma copiada y descarada de 'pensar' sabiendo que están siendo buraldos. Si no come frutas, no hay problema, muérase de hambre o vaya a comer harina. Igual la probabilidad más alta es que quienes no comen frutas son pandequesistas por naturaleza porque son miedosos y cobardes y siempre están puestos al orden del panadero mayor. Igual, todos son del mismo color, unos más quemados (copiados) que otros. Así termina la diatriba extremadamente parcializada a la luna de pandequeso.

Feliz Vida.

Bookmark and Share