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martes, 3 de agosto de 2010

Las 21 actitudes más tediosas en la calle.

Hoy fue un día extraño, o único como suelen ser todos, pero esta vez me concentré en descubrir aquellas actitudes de mis coterraneos que definitivamente me sacan lo más profundo de mi apellido. Me atreví a hacer una lista dejándoles la jerarquización a ustedes para que entre todos luego decidamos cuál es la más tediosa de las ventiuna actividades que traigo aquí en dos entregas que haré la noche de hoy y la noche del miércoles. El jueves, no seré yo quien postee... ya lo verán.


    El celador grosero que se cree dueño del aviso: Suele suceder en la mayoría de los edificios aunque su peor demostración está ubicada en los bancos. Miran con un desdén a las personas que les hacen preguntas... de todos modos. Aquéllos que se encargar de vigilar edificios olvidan constantemente la cara de quienes frecuentan el lugar... Y el peor expositor del gremio, definitivamente el que reniega por todo.
    Quienes no andan ni dejan andar: Pasa en todos los lados y es proporcional al nivel de prisa que uno lleve en el momento. Por lo normal, son un trío de pelagatos que no le ven afán a la vida y se toman todo el ancho del camino para que los que vayan atrás deban atrasarse en su recorrido. Normalmente quienes van atrás sienten una necesidad imperiosa de empujar a esas personas o trata de meterse por el más insignificante de los lados para poder hacerlos caer en razón que no pueden taponar todo el camino.
   Aquéllos que necesitan gritar para expresarse: ¿Quién no ha tenido la penosa experiencia de hablar con alguien y que éste no logre controlar en tono de su voz y requiera que todo el mundo conozca el tema de dicha interacción? Probablemente esas personas se han sometido a escuchar la mayoría de su música en audífonos, aunque se dan palo con aquéllos que hay que ponerles un megáfono para escucharles qué quieren decir. También suelen gritarle a serer inanimados como muestra de su impotencia.
     Los que necesitan pasar y lo hacen empujando: Es completamente entendible que todos nosotros tengamos afán en cualquier momento del día y que necesitemos pasar a los mamertos que no son capaces de andar a un ritmo constante. Pero hay personas que sin tener afán y uno haciendo la fila como cualquier parroquiano necesitan mostrar sus masas flácidas empujando la humanidad de los otros. Si tienen mucha prisa que se disculpen, o que pidan excusas después del empellón. De todas formas… es irritante y por lo general el agredido queda con la cara WTF...
       Aquella señora que en el bus habla a todo volumen: ¿Alguien le dijo a esa señora que estábamos interesados en su conversación telefónica? ¿Nos importa saber si dejó el almuerzo hecho; si la empleada llegó, si el niño hizo del cuerpo…? Tal vez sea producto de la sordera que llevan por su avanzada edad o porque están acostumbradas a gritar en sus hogares… Son buenos momentos para pensar y decir que la familia no es tan mala a comparación de los líos que éstas demuestran vía telefónica.
      El tipo que espera que la buseta se mueva un metro para bajarse: El semáforo reposa en rojo dándole un respiro a los conductores del otro carril; hasta que es el momento sagrado de que pase a verde y ve uno que una persona necesito que el ómnibus se moviese un metro para que hiciera el gesto de que se bajaría. ¿Por qué carajos no se bajó mientras el semáforo estaba en rojo? Es algo que suele pasarme constantemente. Personas de personas se ven a diario que mejor se ignoran.
      Quien saca su arepa de queso en el colectivo: Me ha pasado dos veces en un colectivo que una persona llegue con su paquete, lo más común que contenga una arepa de queso u otro exponente de la gastronomía nacional en el vehículo y empiece a comer. Lo cierto aquí es que yo no tolero mucho el queso y empiezo a marearme y se me hace eterno el trayecto. Pero por ejemplo, si es una empanada, ese olor aceitoso se revolcará sobre nuestras fosas nasales haciendo todo tipo de estragos con nuestro pensamiento gastronómico.
    Las niñas que cantan y hacen su recreo en la parte trasera del vehículo: Le contaba a un colega que el viernes pasado, Julio 30 dos niñas se subieron a la parte trasera del colectivo y de una forma muy original comenzaron a cantar la trilladísima canción ‘Waka Waka’ de las chicas del Can pero que les robó la usurpadora de Shakira. En realidad no es que cantaran muy bien, pues lo hacían peor que yo y eso es muchísimo para decir. Aunque nada se compara a la forma en la cual la barra de seis niñas, por lo general del LANS femenino se suben a la última hilera de bancas para creer que eso es una chiva y gritar, insultarse y hacer de todo sin importarles la incomodidad que pudieran estar causándole al resto de los pasajeros.
      Quienes tiran las basuras al suelo: Hay cosas que en la vida yo no logro tolerar y parte de mi intolerancia está fundamentada en aquellos entes que tiran la basura del paquete que contenía lo que consumen y otro elemento al suelo pensando que la ciudad es de ellos únicamente. Pienso que es de los peores actos que un ser humano puede demostrar, porque esto es símbolo de una baja cultura y civismo y además de que no les importa mostrarse como unos cerdos que dejan el rastro por donde quiera que van.
       El murmullo en clase: Ésta, aunque por lo general pasa en recintos cerrados la encuentro como uno de los aspectos más desesperantes de muchos estudiantes. Parece que nadie sobre la tierra puede callarles la boca, si es que a eso se le adhiere la voz de tarro que se mandan algunos que se alcanza a sentir en toda el aula. Si son cuatro tipos, la conversación es un debate y es netamente relativo a un deporte y a su jugada favorita del partido. Si son mujeres, no paran de indagar y especular el por qué no las invitaron a cierta fiesta o por qué no sabían x chisme. Lo cierto es que no hay quién las calle en el mundo y que en realidad son fastidiosas. Luego, son detrás preguntando qué hay que hacer porque ni dejan poner atención ni dejan trabajar.  
Éstas son las once primeras actitudes que más irritan a cualquier natural en la calle o fuera de su casa. Mañana traeré las diez restantes. Sin embargo, quiero hacer el llamado para que comenten en este post o en el perfil de Noticias Moli en Facebook y dejen la actitud que más los molesta cuando van camino a casa, estudian, leen, ven una película, en fin… Espero que participen activamente y podamos hacer de esta lista algo mucho más largo. Feliz miércoles.
Feliz Vida.
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1 comentario:

  1. Mi aporte es una objeción a la 'colombianidad'. ¡Los aterrizajes no son plausibles! De dónde sale esa cordialidad momentánea para aplaudir el final de un vuelo. Aun menos heroico es el final de una película.

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