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domingo, 1 de agosto de 2010

Por qué soy Periodista

Es normal que a lo largo de todo el camino que las personas llevan en su adolescencia decidiendo qué hacer de su vida, cambien de opinión y que hagan diferentes actividades a lo largo de los años sin conseguir alguna respuesta que les pueda complacer. Todos como niños de cinco años tuvimos el sueño del empleo tradicional, cuando no estábamos preocupados por el valor remunerativo que pudiéramos conseguir del trabajo, sino que estábamos pensando mejor en cómo podíamos ayudar a quienes nos rodeaban. ¿Quién no quiso, o al menos conoció alguien que pretendió ser un bombero pensando en que todos los días encontraría casas en llamas y desastres? Quién no quiso ser médico para ayudar en los traumas físicos a quienes le rodeaban, por más ‘gallina’ o escrupuloso que fuera para la sangre. Yo por ejemplo, alguna vez lo pensé, no sé cómo, pero cuando veo sangre, se me baja la presión arterial y se me hace un hueco en el estómago. En fin… Pilotos, Astronautas (pobres ilusos), policías, soldados y claro, es inexorable que hubo muchos que tomaron como un trabajo y vocación ser padre o madre.
Se sabrá qué mujer quiere ser mamá por vocación y partirse el lomo, porque desde niña, haciéndole la carta al ‘Niño Dios’ o a ‘Santa Claus’ esa niña hacía la lista de todas las muñecas disponibles en el mercado, por lo general la que vio en el Almacén La 14 o en el Parque Caldas  (si usted vivió en Manizales). Lo cierto del caso, es que nosotros, sólo estábamos puestos en saber cuál era la mejor pista de carros (en mi caso) o en algún otro juguete extremadamente deforme que nos dejara ganar la competencia con nuestros compañeros de grupo y pudiéramos así darle un jalón a  nuestro Ego de niños. 
La vida cambió para muchos y se llegaron otras prioridades diferentes a comportarse de la mejor forma durante todo año para poder recibir los mejores obsequios en su final. Ya estábamos planeando qué carajos hacer de nuestra vida y en qué gastar el tiempo después de nuestro cumpleaños número veinte. Muchos decidimos desde pequeños hacer despertar esa pequeña chispa de la pasión por el buen trabajo y por lo que nos gusta. En mi caso, me enamoré de las noticias por televisión. Crecí viendo noticieros de televisión y por ende me empecé a apasionar por el periodismo y la forma de producir dichos informativos. Desperté desde lo más hondo una sensación de curiosidad por querer todo lo que estaba a mi alrededor y descubrir muchas veces una teoría social que me ayudara a explicar el porqué de la forma de actuar de los Colombianos. 
En la actualidad amo mi profesión más que a muchas cosas en el mundo. Únicamente me molesta que algunas Universidades del país estén mezclando la Comunicación Social y el Periodismo. Son prácticas juntas que en mi opinión deben ser estudiadas por separado. Aunque se lleven de la mano no pueden ser mezcladas en una misma carrera. Sería como si llamáramos a Medicina y Odontología o Derecho y Administración, aplicaciones muy cercanas, pero que no deben ser mezcladas para el bien de los estudios. Es claro que se deben estudiar el campo por completo y sus ‘complementos’ pero no se le debe dar énfasis a muchos complementos. Me quejo porque el periodismo se ha visto abandonado. Lo dejaron tirado. Ya muchas universidades prefieren sacar filas y filas de Jota Marios y olvidan que los Daniel Coronell son los que verdaderamente representan esta rama de las humanidades. 
Para mí, el periodismo es vida. Es ir más allá de lo que un acontecimiento en bruto puede traerla a una comunidad. Es la capacidad del estudio al analizar los efectos del trauma noticioso y seguir una serie de lineamientos para contar todo con sutileza, sin mancharse de subjetividad y sin herir la verdad. La comunicación social, crea figuras populares, hasta ahí. Es claro que un periodista necesita saber comunicarse, pero eso va implícito en la carrera. 
El periodismo es un poder. Es una práctica constante de alta repercusión social. A través de muchas teorías se puede hacer del periodismo una actividad sumamente compleja que no debe decir cómo actuar ni qué hacer, sino explicar el por qué de todos esos actos. No debe ceñirse a ningún bando, y por eso el periodismo deportivo es un gran fracaso en este país. Aunque es comprensible cuando muchos habitantes de estas tierras están esperando el apoyo de los que están detrás de las pantallas o de los micrófonos.
Foto2: Carl Bernstein y Bob Woodward, los periodistas del Warergate 
del periódico The Washing Post ganadores del Premio Pulitzer
por su impecable investigación que acabó con la renuncia del
Presidente Richard Nixon.
El periodismo requiere de valentía para buscar la noticia donde está escondida. De tratar con tenacidad una labor social de entendimiento y de forjar una realidad basada en hechos y no en la especulación. De servir para los habitantes y no para quienes pagan, no obstante, evado mis opiniones en este campo. Es mucho más de lo que puede describir esta entrada. Por eso les pido a mis amigos y a mis lectores. No me traten como un comunicador, porque eso hasta un teléfono lo hace, les imploro que me traten como un periodista.
Si quieren ver periodismo en televisión; vean Noticias Uno, si quieren ver Comunicación Social, pueden observar lo que pasa con Rico al Instante o esos bodrios gigantes de programas matinales. Es más que claro que no todo en los medios de comunicación tiene que ser noticias, y por eso se preparan muchos en comunicación social. Pero por lo pronto, hay que terminar por esta combinación peligrosa, que le cuesta la buena reputación a muchos colegas y baja notablemente en calidad al mejor oficio del planeta como lo dice el buen Periodista y Escritos Gabriel García Márquez o como lo hizo brillar empíricamente Juan Gossaín.
Su amigo, el periodista en formación; Luis F. Molina.
Feliz Vida.
(Respecto al pie de foto dos, hay una película llamada All President's Men, que relata la investigación de Bersntein y Woodward, la recomendación del mes)
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4 comentarios:

  1. Una vez más felicitaciones, y esta vez por darle relevancia al oficio. El periodismo se desdibuja poniéndose al nivel del tinte, las sonrisas y las piernas. No puedo decir que es buena o mala la comunicación social, pero puedo asegurar que es diferente.

    PD: su recomendación fílmica se hará efectiva mañana mismo.

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  2. Compañero. Usted tiene la razón completamente. El periodismo está en el ser y en no mostrar con adjetivos lo que es. Le recomiendo la película es muy buena compañero Bobward.

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  3. Moli, muy bueno el post.. me recuerda uno en mi blog que se llama "Cara a Cara: El oficio de un periodista".. no se si usted lo recuerde.. pero bueno.. me agradó bastante y tendré en cuenta la película.. :D

    PD. Yo no haría la comparación entre el Derecho y la Administración, sino más bien entre el Derecho y las Ciencias Políticas, que mucha gente cree que es lo mismo y hay marcadas y notables diferencias.

    I worship you..

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  4. Caban. Sí, claro que recuerdo ese post, lo recuerdo como mi vida misma. Es uno de los mejores posts que conozco. Pienso montar una pestaña donde subiré las creaciones de ustedes, cosa que la gente también pueda acceder a ella. ¿Le parece?
    En fin, estoy de acuerdo en su comparación. Lo cierto es que no se puede combinar todo para ahorrar espacio bajo excusas que no tienen fondo...

    I also worship you :)

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